IV
Una vez que llegue a la biblioteca, le entregue la ficha al anciano que
se encontraba en el lugar. El anciano puso la ficha en la parte superior de un
libro grueso y forrado con piel de cerdo. Se titulaba Orrocrux, al cual le faltaba la ultima pagina. Me puse a pensar
donde podría estar la pagina 39 de la cual solo quedaba un pedazo rasgado en
zigzag.
-La biblioteca de las Artes Morbosas
no es apta para las mentes inocentes- afirmo de repente el anciano.-Contiene
muchos de los libros más maléficos, los libros más peligrosos sobre rebeliones,
traiciones, magia, monstruosidades y las artes de la muerte. No sería ninguna
sorpresa que estos libros se hayan encontrado cara a cara con la maldad. Pero
lo que si sorprende, es que hayan sobrevivido a todo eso-.
La biblioteca estaba ubicada en una cámara subterránea bajo la ciudad. Después
de que el bibliotecario, (el cual nunca me dio su nombre), me diera las gracias
por haber devuelto la ficha, le pregunte por el símbolo que había visto en la
cueva. Su conversación cobro un tono apasionado. Me quede asombrado al saber el
verdadero propósito de la biblioteca. El bibliotecario había dedicado su vida a
estudiar un único libro, el Código
Maldito. Desde que comenzó su historia, me conto que el código había
presenciado los momentos más oscuros de la humanidad, tanto los desastres
naturales, como las pestes, la tortura, el terror y todo tipo de atrocidades.
¡Era absurdo! Pero los ejemplos que me mostro eran muy convincentes. El
código, con su siniestro símbolo había estado en los estantes de faraones
egipcios, emperadores y reyes justo antes de que sus imperios cayeran. Roma,
Sodoma y Gomorra, Constantinopla. Todos ellos tuvieron el código poco antes de
su ocaso. Y después reapareció en barcos y caballos que transportaban la peste,
epidemias o invasores que se dirigían a nuevos territorios.
-¿Cómo es posible que nunca me ha llegado alguna noticia de
el?- exclame.
-El código borra su rastro- me respondió el bibliotecario, y luego me
explico que a lo largo de los siglos se habían destruido un gran número de
libros. En el momento que se adquiere información sobre el código, este ataca
con una tremenda y aterradora violencia.
-¿Qué espera encontrar en él?- pregunte con una voz susurrante.
-La manera de detenerlo. Creo
que tenemos el conocimiento para conseguirlo. Es lo que el Orrocrux menciona como “el Deshacedor”, una acción o un conjunto de
palabras que detendrán el malvado código para siempre. Pero me faltan muchas
cosas para lograrlo; por ejemplo, la información que había en la página 39 de Orrocrux y, el tiempo y las fuerzas para
encontrarla.
Cuando salí de la biblioteca de las Artes Morbosas, sentí como si me
fuera a explotar la cabeza de tanta nueva información y tenía una terrible
premonición. Y es que había accedido a llevar a cabo unas cuantas tareas para
el bibliotecario.
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